Como fui Secretario General primero de los Profesores y posteriormente de la Central Única de Trabajadores (CUT) de la provincia de Cautín, me tocó la suerte de tener bastante contacto personal con PABLO NERUDA. Cuando el poeta venía a Cautín, yo dejaba mis labores de docencia y lo acompañaba en su peregrinaje por algunos lugares que a él le habían impresionado en el transcurso de su niñez y durante su juventud.
Veinte años después de finalizada la revolución española, en una oportunidad me tocó presentar a NERUDA ante una reunión de todos los españoles residentes en la Provincia de Cautín que llegaron a exiliarse a Chile, en el barco traído por NERUDA de España. Empecé diciendo: qué puedo yo decir de un NERUDA que arriesgándose a todo los sacó a
ustedes y a más de mil españoles con vida de las garras del tirano español que destruía la democracia en vuestro país. Ustedes han conocido a Pablo por este histórico, notable y grandioso hecho mejor que yo.
La verdad es que muchos años antes de esta reunión con los españoles exiliados en Chile yo conocí personalmente a NERUDA, precisamente cuando él recién llegaba con el barco a Chile, o sea apenas terminada la revolución civil española. Unas semanas después de la llegada del barco, él se fue a Temuco a saludar a sus parientes.
Lo conocía, de vista, desde muy niño, ya que mi casa estaba en las vecindades de sus parientes, pero nunca había tenido la oportunidad de hablar con él personalmente. La primera vez fue cuando se producía una enorme inundación provocada por el río Cautín, que amenazaba con llegar al centro mismo de la ciudad de Temuco. Sólo él y yo, que patinaba en un momento que había dejado de llover, nos encontramos mirando la inundación, al final de calle Matta, o sea llegando a Manuel Montt. El poeta me dijo, ese campesino que va en el caballete de esa casa sujetando a su único tesoro, ese cerdo, es un hombre que si se salva, no va a tener ninguna ayuda del gobierno por el desastre que le originó esta inundación, es un campesino mapuche y a ellos se los discrimina en todas partes.
En uno de los viajes de Neruda a Temuco me solicita él, como era habitual, que lo acompañe a ver uno de estos lugares que le traían recuerdos inolvidables. Llevé a Neruda en mi auto, junto a su biógrafa, en primera instancia, a visitar un lugar por el que Neruda sentía mucha nostalgia, el lugar donde vivieron sus padres y luego donde vivía aún una parte de su familia, primos y sobrinos nietos. Cuando llegamos en el auto a la calle Matta, Neruda me pidió que fuéramos no en dirección al Cerro Ñielol, sino a la parte terminal de la calle Matta cercana al río. Ahí nos
bajamos los tres del auto y nos fuimos al antiguo muro de contención del río. Neruda partió diciendo, “desde aquí yo vi una enorme inundación”, mientras la biógrafa tomaba nota yo le agregué, “donde las casas de toda la población ribereña las arrastraba el río y en el caballete de una de ellas iba un hombre campesino sosteniendo un cerdo con un lazo”. Neruda cogió el guante de los recuerdos, me miró y dijo, “¡entonces tú eras el patinador incansable de este barrio!” Así es pues, que nos conocemos desde que yo tenía diez años. Vino un gran abrazo palmoteado y la biógrafa no podía entender por qué tanta emoción. Ella no sabía que habíamos compartido juntos un gran dolor, de ver a ese campesino, a quien se lo llevaba la corriente y que seguramente era uno de los tantos desaparecidos en ese desastroso acontecimiento. En una entrevista hecha por Cecilia ella escribió así, “a partir de ahí la amistad de Neruda y Raúl tomó otro cariz, incluso de familiaridad, ya que por razones de ser habitantes del mismo barrio Raúl seguía teniendo amistad con sus familiares. Uno de sus sobrinos, actualmente poeta, fue alumno suyo y escribió un poema pidiendo el retorno a Chile de su profesor Buholzer cuando él estaba en el exilio en Alemania. Lo dio a conocer en la primera reunión de profesores de la región realizada días después de la aparición de la democracia, en el salón de actos del Colegio Bautista de Temuco”.
Este episodio usted lo encuentra relatado en la historia “PABLO NERUDA y Raúl Buholzer impactados simultáneamente”.
Si quiere leer algunas de las historias de Raúl con Neruda pinche la línea siguiente:
historiasderaul.blogspot.com/search/label/Neruda
En este blog encontrará relatadas asimismo las siguientes interesantes vivencias inéditas mías con PABLO NERUDA.
-“PABLO NERUDA, Hernán Loyola, Daniel Rodríguez y Raúl Buholzer”.
-“NERUDA emocionado con la pequeña Yenny”.
-“El secreto de mi tía Marichen y los dos PABLOS, clones ideológicos”.
-“El caballito de Raúl que apasionó enloquecidamente a NERUDA”.
-“NERUDA y TEMUCO en las memorias de Raúl Buholzer”.
-“PABLO NERUDA, Plácido Domingo y Raúl Buholzer”.
Veinte años después de finalizada la revolución española, en una oportunidad me tocó presentar a NERUDA ante una reunión de todos los españoles residentes en la Provincia de Cautín que llegaron a exiliarse a Chile, en el barco traído por NERUDA de España. Empecé diciendo: qué puedo yo decir de un NERUDA que arriesgándose a todo los sacó a
ustedes y a más de mil españoles con vida de las garras del tirano español que destruía la democracia en vuestro país. Ustedes han conocido a Pablo por este histórico, notable y grandioso hecho mejor que yo.
La verdad es que muchos años antes de esta reunión con los españoles exiliados en Chile yo conocí personalmente a NERUDA, precisamente cuando él recién llegaba con el barco a Chile, o sea apenas terminada la revolución civil española. Unas semanas después de la llegada del barco, él se fue a Temuco a saludar a sus parientes.
Lo conocía, de vista, desde muy niño, ya que mi casa estaba en las vecindades de sus parientes, pero nunca había tenido la oportunidad de hablar con él personalmente. La primera vez fue cuando se producía una enorme inundación provocada por el río Cautín, que amenazaba con llegar al centro mismo de la ciudad de Temuco. Sólo él y yo, que patinaba en un momento que había dejado de llover, nos encontramos mirando la inundación, al final de calle Matta, o sea llegando a Manuel Montt. El poeta me dijo, ese campesino que va en el caballete de esa casa sujetando a su único tesoro, ese cerdo, es un hombre que si se salva, no va a tener ninguna ayuda del gobierno por el desastre que le originó esta inundación, es un campesino mapuche y a ellos se los discrimina en todas partes.
En uno de los viajes de Neruda a Temuco me solicita él, como era habitual, que lo acompañe a ver uno de estos lugares que le traían recuerdos inolvidables. Llevé a Neruda en mi auto, junto a su biógrafa, en primera instancia, a visitar un lugar por el que Neruda sentía mucha nostalgia, el lugar donde vivieron sus padres y luego donde vivía aún una parte de su familia, primos y sobrinos nietos. Cuando llegamos en el auto a la calle Matta, Neruda me pidió que fuéramos no en dirección al Cerro Ñielol, sino a la parte terminal de la calle Matta cercana al río. Ahí nos
bajamos los tres del auto y nos fuimos al antiguo muro de contención del río. Neruda partió diciendo, “desde aquí yo vi una enorme inundación”, mientras la biógrafa tomaba nota yo le agregué, “donde las casas de toda la población ribereña las arrastraba el río y en el caballete de una de ellas iba un hombre campesino sosteniendo un cerdo con un lazo”. Neruda cogió el guante de los recuerdos, me miró y dijo, “¡entonces tú eras el patinador incansable de este barrio!” Así es pues, que nos conocemos desde que yo tenía diez años. Vino un gran abrazo palmoteado y la biógrafa no podía entender por qué tanta emoción. Ella no sabía que habíamos compartido juntos un gran dolor, de ver a ese campesino, a quien se lo llevaba la corriente y que seguramente era uno de los tantos desaparecidos en ese desastroso acontecimiento. En una entrevista hecha por Cecilia ella escribió así, “a partir de ahí la amistad de Neruda y Raúl tomó otro cariz, incluso de familiaridad, ya que por razones de ser habitantes del mismo barrio Raúl seguía teniendo amistad con sus familiares. Uno de sus sobrinos, actualmente poeta, fue alumno suyo y escribió un poema pidiendo el retorno a Chile de su profesor Buholzer cuando él estaba en el exilio en Alemania. Lo dio a conocer en la primera reunión de profesores de la región realizada días después de la aparición de la democracia, en el salón de actos del Colegio Bautista de Temuco”.
Este episodio usted lo encuentra relatado en la historia “PABLO NERUDA y Raúl Buholzer impactados simultáneamente”.
Si quiere leer algunas de las historias de Raúl con Neruda pinche la línea siguiente:
historiasderaul.blogspot.com/search/label/Neruda
En este blog encontrará relatadas asimismo las siguientes interesantes vivencias inéditas mías con PABLO NERUDA.
-“PABLO NERUDA, Hernán Loyola, Daniel Rodríguez y Raúl Buholzer”.
-“NERUDA emocionado con la pequeña Yenny”.
-“El secreto de mi tía Marichen y los dos PABLOS, clones ideológicos”.
-“El caballito de Raúl que apasionó enloquecidamente a NERUDA”.
-“NERUDA y TEMUCO en las memorias de Raúl Buholzer”.
-“PABLO NERUDA, Plácido Domingo y Raúl Buholzer”.
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